El sábado fuimos a cenar a un restaurante y por el camino, María preguntó:
-Y yo... Qué voy a cenar?
Y yo le dije: pollito (No!), tortilla (No!), espaguettis (No!).... Pues... Jamoncito!!
-Eso, jamoncito, jamoncito, pero no jamoncito del que me das por las mañanas de color rosa... jamoncito de la pierna del cerdito, del que es de color rojo, del rosa no... ¿Vale?
Y es que mi niña es toda una gourmet!!!!
3 comentarios:
Cuando vayamos a comer calçots ya me veo a la niña pidiendo bogavante...
No sabe ná!
Bravo, remarkable idea
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