
Estoy resfriada, muy resfriada pero juro y perjuro que lo que tenía en la nariz era una micro-costra de sangre de tanto sonarme, así que imaginaros la vergüenza que he pasado cuando María de repente ha tenido un ataque de histeria y voz en grito, delante de bastante gente (era a la salida del cole) ha dicho:
Un mocooooo!!!! Un mocooooo de saaaaangreeeeeee!!!!!! AAAAAAAHHHHH!!!!! Tienes un moooocoooo deeee saaaangreeeeee!!!!
Ha sido un momento de "Tierra, trágame", me he retirado discretamente, he sacado el espejito del bolso y he comprobado lo que os decía al principio, que simplemente tenía una micro-costra pequeñita, pequeñita, pequeñita...