viernes, 14 de noviembre de 2008

Sigamos con los mocos


Estoy resfriada, muy resfriada pero juro y perjuro que lo que tenía en la nariz era una micro-costra de sangre de tanto sonarme, así que imaginaros la vergüenza que he pasado cuando María de repente ha tenido un ataque de histeria y voz en grito, delante de bastante gente (era a la salida del cole) ha dicho:
Un mocooooo!!!! Un mocooooo de saaaaangreeeeeee!!!!!! AAAAAAAHHHHH!!!!! Tienes un moooocoooo deeee saaaangreeeeee!!!!

Ha sido un momento de "Tierra, trágame", me he retirado discretamente, he sacado el espejito del bolso y he comprobado lo que os decía al principio, que simplemente tenía una micro-costra pequeñita, pequeñita, pequeñita...

1 comentario:

Calvin dijo...

No te quejes, que eso no es nada!!!

Lo mío en la piscina del hotel de Menorca estas vacaciones si que fue embarazoso... Menos mal que la mayoría de bañistas eran alemanes y no debieron entender a esa pequeña loca que gritaba a pleno pulmón, con un balón de playa en sus manos que yo esperaba recibir sumergido plácidamente en el agua:

¡¡PAPA!! ¿¿TE ESTÁS MEANDO??